
La comuna de Panguipulli fue fundada oficialmente en el año 1946. El primer poblador no indígena fue Guillermo Angermaier, quien llegó en 1885. Sin embargo, por siglos el lugar estuvo pobla- do por la comunidad mapuche,
quienes han preservado su cultura e historia y la comparten a través de su gastronomía y el etnoturismo. De hecho, Panguipulli significa “espíritu de pumas” en mapudungún, la lengua nativa. Uno de los principales lugares para conocer de este patrimonio es el Fortín Mapuche.
El fortín es el único en su tipo en la región que se encuentra prácticamente intacto y se conecta visualmente con otros fuertes, como el de Pucura Alto y el de Pitrén, todos sitios arqueológicos pertenecientes al período Histórico Temprano (1550-1602), de carácter estratégico-defensivo en la resistencia mapuche ante los conquistadores españoles.
Webs de referencia:
www.fortinmapuche.cl
www.trawun.cl
https://rutamilimili.com
Atracciones Turísticas
El sendero del Fortín Mapuche es guiado por la familia Chincolef, quienes relatan las historias de sus antepasados y grandes toquis, como Colo Colo, Caupolicán, Jaqueneo, Lintur, Lautaro, representados con Chemanus (hombres de madera). Posteriormente se accede al fortín y a distintos miradores que muestran este sitio arqueológico con 600 años de antigüedad, aproximadamente.
El recorrido finaliza con una degustación de la gastronomía típica mapuche en una ruka autóctona, donde se ofrecen platos como cazuela con gallina de campo y carne al jugo con puré de harina tostada. Especial relevancia en la oferta tienen los piñones (fruto del árbol araucaria), un ingrediente esencial en la cocina de esta cultura. Otros de los platos típicos son el charquicán, las empanadas con pebre, el asado de cordero, las tortillas de rescoldo, entre otros. La bebida alcohólica típica es la chicha de manzana y los postres suelen ser con arándanos o frambuesas. Entre los circuitos turísticos están la ruta Mili Mili, ubicada en el camino antiguo de Traitraico, en la ribera norte del lago Calafquén, cerca de Coñaripe. Actualmente sigue siendo utilizado por la comunidad para la recolección de piñones, traslado de animales y cosecha de hierbas medicinales. Se puede observar una gran cantidad de especies endémicas, como hualle y maki, avellanos, laurel, chilco, ulmo, coihue, tepa, arrayán, matico y murta, hasta llegar a bosques de milenarias lengas, mañíos y araucarias.
Un imperdible paseo es el circuito Trawun, que comprende las localidades de Panguipulli, Huitag, Pucura, Traitraico, Los Cajones, Coñaripe, Liquiñe, Lago Neltume y Punahue. Este proyecto turístico es el resultado de la asociatividad de distintas comunidades y emprendimientos mapuches que ofrecen desde gastronomía, relato de experiencias históricas y culturales, trekking y artesanía. También hay que destacar el Centro Cultural Trakintuwe, ubicado en Panguipulli, detrás del terminal municipal de buses. Este espacio, perteneciente a la Asociación Futa Koyagtun Koz Koz Mapu, fue pensado para actividades culturales, exposición de diversos tipos de artesanías y un lugar para la demostración de la gastronomía mapuche. Está abierto al público de lunes a viernes, de 9.00 a 18 horas.
Proyecto Científico
En 2019 se publicó el libro “La medicina del bosque: relatos de sanadores mapuches en Panguipulli”, escrito por Armando Altamirano, Amoyao Dionicio, Antihuala Cayulef, Elena Catripán Huentequeo y el apoyo de académicos de las escuelas de Arqueología y Economía de la Universidad Austral de Chile. La obra de autoría colectiva está basada en entrevistas a profundidad de siete personas de la comunidad que relataron su relación con las plantas medicinales llamadas lawen. Por su parte, la Universidad Católica de la Santísima Concepción realiza una investigación titula- da “Awkan, weichan, malon: ocupación progresiva del territorio mapuche por parte del Estado de Chile, siglos XIX y XX. Estudio des- de la memoria y su tradición oral”, dirigida por el Dr. Gabriel Pozo, quien ha visitado y entrevistado en terreno a varias comunidades. El estudio contempla todo el territorio cordillerano, comenzando por Trata Trapa, Butalelbun, hasta llegar a las cordilleras de Panguipulli a Liquiñe. La metodología es tratar de conversar con las personas jóvenes y ancianas, que gracias a lo contado por sus abuelos, hoy transmiten cono- cimiento sobre la llegada de los ejércitos de Chile y Argentina.
La zona cordillerana a fines del siglo XIX fue ocupada por ambos estados, por lo que actualmente representa un lugar de extrema importancia para la reconstitución de la memoria histórica, ya que muchos habitantes debieron escapar y pudieron sobrevivir en cuevas y sitios alejados.


